HISTORIA DE
CÓCTELES
Beber una copa siempre es agradable con una condición, no beberla solo, es
necesaria la compañía. Posiblemente los americanos crearon el cóctel para que
las bebidas no estuvieran sin compañía; y en los cócteles todo es posible,
desde sus más audaces mezclas hasta las más fantásticas leyendas, o
llamémoslas, historias. veamos:
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El rey
de los cócteles, el Dry Martini, se llama así por la sencillez tanto de su
elaboración como de los componentes que le dan vida; dos bebidas, hielo, y
eso sí, unas manos expertas, que son las que deben conducir a tan pocos
elementos a un resultado que sin duda, es el más importante en coctelería,
lo que da el sobresaliente a un barman: un Dry bien hecho es el paso del
Ecuador de un profesional. Como rey, se le atribuyen varios orígenes. El de
un barman francés llamado Martini, que empleaba la vermut Noilly-Prat,
fabricado en Marsella. También se le sitúa en Nueva York, en el hotel
Kilmanac, y que se creó para el multimillonario Rockfeller un día que
estaba inapetente. O quizás, fue en San Francisco, donde un barman tenía la
costumbre de poner a sus creaciones el nombre de la persona para quien
había preparado el cóctel; un día el cliente salió tan rápido de su
cantina, posiblemente gracias a los efectos del que con el tiempo se llamaría
Dry Martini, y sólo pudo saber que se había embarcado para el cercano
pueblo de Martínez, que pronunciado en inglés se parece a Martini, y en
cuanto a Dry, lo tiene probado. Cierto o no, da lo mismo; lo que sí es
cierto es que en Martínez, pequeña población de la bahía de San Francisco,
reivindicarian la paternidad del combinado y todos los años en primavera
celebran festejos en honor del Dry Martini.
Bronx, Manhattan, son cócteles más modestos, que han adoptado los nombres
de dos barrios neoyorquinos; posiblemente las diferencias entre ambos, que
se reflejan también en las bebidas, nacieron como un orgullo de pertenecer
a uno u otro sector. Por un lado, los creadores de la ciudad y por otro
lado, los que querían tocar el cielo con las azoteas.
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El cóctel tenía
que ser internacional y hoy día ya da igual donde realmente ha nacido esta
combinación.
Famosos son los personajes escogidos por los barmen para dedicarles sus
inspiraciones, el Duque de Windsor fue homenajeado por un creador turinés con
una curativa creación, que según palabras de Eduardo VII alivió la llaga de
su estómago. El barman se llamaba Andreo y con su cóctel a base de leche y
whisky perfumado con hierbas medicinales de los Alpes, llegó a ser gran amigo
del Duque durante su estancia en la isla de Elba. El cóctel "radio
tv", fue pensado por el luxemburgués Gustave Tops, para la inaguración
oficial de la "tele" de su país; tuvo tal aceptación que en el
momento de salir el espacio en pantalla, apareció el cartón con el siguiente
mensaje: "Diferida la inaguración por causas técnicas". Al día
siguiente todo volvió a funcionar con normalidad.
A veces son los clientes los creadores y grandes personajes han sido los que,
en un momento dado, se han sentido barmen dejando muestras de lo que se
consumen en las barras de los bares cocteleros. con una versión personal de
cóctel aperitivo. El general Eishenhower, durante su estancia en Capri, bebía
su invento, "El faraón" mezcla poco alcohólica a base de bourbon.
El cóctel tiene las leyendas que le corresponden como la que dió origen a
esta costumbre de mezclar bebidas conocidas con la intención de hacer más
placentera su ingestión. Su origen se le atribuye a la famosa "cola de
gallo- cock tail", cuando se mezclo por primera vez un conjunto de bebidas
que fueron ofrecidas a unos marinos franceses que visitaban una isla del
Caribe. Los ingleses, tal como publicaron en el periódico " the
balance" en julio de 1806, explicaban que el cocktail era una bebida
estimulante compuesta de líquidos diversos con azúcar y angostura.
La versión más original es la nacida en México. A principios del siglo XIX,
Axolat VIII recibió en su pabellón a un general americano de los Estados del
Sur, ofreciéndole una gran copa con mezclas de diferentes bebidas. La
portadora era su hermana, la princesa Cóctel; al preguntar el general el
nombre de tan buena bebida preparada en su honor y al no tenerlo el militar
decidió bautizar la mezcla con el nombre de tan bella dama.
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Posiblemente al pronunciarlo en inglés sería "cocktail" y nosotros,
volviendo a su origen azteca lo llamamos "cóctel". Como siempre, es
bonito encontrar bellas historias detrás de unos nombres, de manera que
cuando bebemos podemos también saborear la inspiración de quienes crearon
tanta maravillas cocteleras. Lo importante sea fantasía o realidad la fuente
de creación, son los buenos cócteles, cuyas fórmulas se hallan en los
diferentes volumenes de ese gran libro de coctelería, que desde hace tantos
años se vienen publicando. Pues libro de cócteles solo hay uno, compuesto de
muchos volúmenes de diferentes autores.
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